Casi 1 de cada 3 personas con diabetes de tipo 2 necesitará insulina para controlarla con éxito. Algunas personas que realizan cambios importantes en su estilo de vida y pierden peso pueden llegar a dejar de utilizar la insulina.
Asegúrese de administrarse la insulina exactamente como se le ha indicado, sin saltarse ninguna dosis.
Tenga siempre a mano un azúcar de acción rápida (como un caramelo o un zumo de frutas) por si su azúcar baja alguna vez de 70. Asegúrese de saber reconocer los síntomas de una bajada de azúcar.
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En general, hay insulinas de acción prolongada y de acción rápida. La mayoría de las personas comienzan con una insulina de acción prolongada o intermedia, y luego añaden una insulina de acción rápida si es necesario.
- La insulina de acción prolongada (como Tresiba, Lantus, Toujeo, etc.) funciona todo el tiempo para mantener el azúcar en sangre controlado durante todo el día y la noche.
- La insulina de acción rápida (como Humalog, Novolog, Apidra, Fiasp, etc.) evita que su azúcar en sangre suba después de una comida. Sólo debe administrarse esta insulina justo antes de comer una comida con carbohidratos (incluidos los dulces).
Consulte su "Plan de cuidado" en su caso de diabetes para obtener instrucciones sobre la frecuencia con la que debe comprobar su nivel de azúcar en sangre.
Por lo general:
- Si está en tratamiento con insulina de acción prolongada, debe comprobar su nivel de azúcar en sangre antes de comer por la mañana (en ayunas) y antes de acostarse, o en otros momentos del día.
- Si está en tratamiento con insulina rápida o para las comidas, debe comprobar su nivel de azúcar en sangre antes de comer y, a veces, una o dos horas después de las comidas.
Asegúrese de saber qué tipo de insulina tiene, cómo utilizarla de forma segura y cómo controlar su nivel de azúcar en sangre.

